Los herederos del dictador Francisco Franco han presentado ante el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de A Coruña un escrito en el que exigen la retirada de «todos los bienes y objetos» que se encuentran en el interior del Pazo de Meirás de Sada.
En el documento, la familia Franco sostiene que «no consta» que ninguno de los objetos del interior del inmueble «aporten algo» a su distinción como Bien de Interés Cultural (BIC) o «comprometan» sus posibles usos definitivos.
Así, contradicen lo que acordaron en un auto con fecha de 4 de diciembre, seis días antes de la entrega del edificio al patrimonio público, en el que designaron al Estado depositario de todos los bienes muebles y accesorios del complejo del Pazo de Meirás, mientras no fuese firme la sentencia que le otorgaba su titularidad.
Sin embargo, esta semana la Dirección General del Patrimonio del Estado propuso que la familia Franco pudiese llevarse del pazo electrodomésticos y bienes sin inventariar, dejando abierta la posibilidad de llevarse otros que sí estuvieran en el inventario en la medida en que fuera posible «precisar mejor su grado de conexión» como BIC o en relación a «los usos futuros» del inmueble.
Los herederos del dictador afirman que la autorización para la retirada «habría de hacerse extensiva a todos y cada uno de los bienes muebles» de su interior «y, por ende, a todos los detallados en el inventario», porque «no consta que ninguno de ellos aporte algo» a la distinción como BIC.
«De no hacerlo así, la medida cautelar adoptada se convertiría en una medida excesivamente gravosa para mis representados, que se verían así imposibilitados de disfrutar y disponer de un considerable número de bienes muebles de su propiedad sin que exista una mínima justificación razonable», añade el documento.