La Fiscalía de Madrid ha pedido un año de prisión para Ana Isabel Q.D y otros seis meses para su madre, Ascensión D.B, por no respetar el perímetro de seguridad que la Guardia Civil había colocado al rededor del domicilio de Pablo Iglesias e Irene Montero en el marco de las protestas ultras que llevaban meses ejecutándose en Galapagar.
El vídeo de estas dos protestantes salió a la luz hace apenas una semana, y en él se puede ver cómo le lanzan improperios a los agentes tales como «hijo de puta» o «imbécil», y además los golpean en el pecho. Los agentes intentaban sacarlas del perímetro ilegal donde se habían metido.
Así, la Fiscalía imputa a la madre de un delito de desobediencia y a la hija de un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. El juicio se llevará a cabo el próximo 24 de noviembre.
Siete meses después se detiene a una persona frente a la casa de Irene y Pablo. ¡Por fin! #CayetanosALaCárcel 🤦🏻♂️🤷🏻♂️🙏🏻 pic.twitter.com/MKC7Qv3EQb
— JOSÉ ANTONIO MARTÍN ACOSTA 🔻 (@7Josean7) November 4, 2020
En el escrito oficial, se señala que los agentes, «uniformados y debidamente identificados» se disponían a establecer el perímetro de seguridad, ambas mujeres «mantuvieron una actitud de absoluto desprecio a la labor de los agentes, impidiéndoles el cumplimiento de la función encomendada, desobedeciendo de forma reiterada las indicaciones claras que los mismos les daban, en relación a que retrocedieran en la vía pública y despejaran el perímetro de seguridad».
Gritaron a los agentes a escasos centímetros de sus rostros, «prescindiendo del uso de las perceptivas mascarillas», propinándoles golpes en el pecho, «motivo por el cual, los agentes, tras informarles de las consecuencias legales de su comportamiento, comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona».
Aún así, Ana Isabel intentó acceder nuevamente a la zona de seguridad «con la intención de aproximarse a la vivienda», momento en el que un agente «le cortó el paso, cayendo esta al suelo». Fue ahí cuando, al tiempo que le decía «hijo de puta», intentó agredir con el bolso en la cara al agente. Tras esquivarlo, la acusada «le lanzó patadas que impactaron en las botas y tibias del citado agente, sin causar lesión alguna».