Los obispos españoles, muy contrarios a la nueva ley de eutanasia, presentaron el pasado 23 de diciembre un documento en el que fijan cómo deben ser las exequias de los difuntos. la Iglesia española busca blindar no solo los enterramientos, sino también una práctica que, hasta hace unos años, no veían con buenos ojos: las incineraciones.
En la instrucción pastoral Un Dios de vivos, los obispos lamentan cómo «se han introducido prácticas que son ajenas a la tradición cristiana: la incineración u otras prácticas, que no formaban parte de la tradición cristiana» y, aunque aceptan la cremación, recomiendan «insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados».
«Muchas veces, social y culturalmente, se olvida la cuestión de Dios», se quejó durante la presentación del documento Enrique Benavente, el obispo responsable de Doctrina de la Fe en la Conferencia Episcopal, quien lamentó las «maneras insólitas» de guardar las cenizas de los difuntos, que «son difíciles de conciliar con el respeto cristiano al cuerpo del difunto».
«En caso de que una familia opte por la cremación, no debe hacerse contra la voluntad del difunto y se debe evitar todo signo, rito o modalidad de conservación de las cenizas que nazca o pueda ser interpretado como expresión de una visión no cristiana de la muerte y de la esperanza en la vida eterna», reza el documento.
Asimismo, condena prácticas como «esparcir las cenizas en un paraje natural porque se piensa que la muerte es el momento de fusión con la madre naturaleza, o relacionar la cremación con la reencarnación, o repartir las cenizas para utilizarlas como mero objeto de recuerdo del difunto», como «recuerdos conmemorativos, piezas de joyería u otros artículos».
Los obispos llegan incluso a afirmar que, «en el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le han de negar las exequias«.
Por otro parte, prohíben el uso de expresiones «incompatibles con la fe» como «Allá donde estés» o «Si es que estás en algún lugar».