La Inspección de Trabajo ha obligado a Amazon a dar de alta a 4.056 repartidores que trabajaban en Madrid y Barcelona como falsos autónomos. La Administración reclama además a la empresa 6,16 millones de euros por las cotizaciones que no ha pagado durante este tiempo.
Esta resolución llega tras la resolución del Tribunal Supremo contra Deliveroo y Glovo, dos plataformas de reparto a domicilio que tenían trabajando a sus ‘riders’ como falsos autónomos en lugar de contratarlos.
Las indagaciones de la Inspección de Trabajo comenzaron en 2017 y están divididas en tres expedientes que afectan a dos filiales en España: Amazon Spain Fullfillment y Amazon Road Transport. En la primera, la Inspección ha detectado a 3.261 falsos autónomos entre Madrid y Barcelona, por los que reclama más de 5,16 millones. La segunda solo hace referencia a Barcelona, en la que han encontrado a 805 falsos autónomos y reclaman cerca de un millón euros.
El sindicato UGT también ha demandado a Amazon en Valencia, Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza. Tras la sentencia del alto tribunal sobre Deliveroo y Glovo, la organización ha pedido que se realice «una actuación generalizada para acabar con los incumplimientos de dicha normativa y se garantice la aplicación del convenio colectivo correspondiente a la actividad de tales empresas».