La propuesta de regulación sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que está preparando la Comisión Europea (CE) obligará a los estados a subirlo hasta el 60% del sueldo mediano o del 50% del sueldo medio. En España esto supondría aumentarlo hasta los 1.200 euros brutos al mes.
Así lo han explicado las eurodiputadas Alícia Homs, de la Alianza de Socialistas y Democratas (S&D), y Rosa Estaràs, del Partido Popular Europeo (PPE), en un encuentro organizado por la Oficina del Parlamento Europeo y la Representación de la CE en Barcelona. No obstante, la socialista establece el mínimo en 1.200 euros, mientras que la popular lo hace en 1.400.
El director de la Dirección General de Ocupación, Asuntos Sociales e Inclusión de la CE, Jordi Curell, ha afirmado que la normativa pretende aumentar el SMI hasta el 60% del sueldo mediano de cada estado miembro o el 50% del sueldo medio.
En cualquier caso, se trata de criterios propuestos y los estados miembros podrán escoger uno de los dos porcentajes para fijar su SMI.
Curell ha dejado claro que esta medida «no intenta armonizar el SMI de todos los países, ni fijar un mecanismo obligatorio, ni impone la introducción de un SMI en los países que no lo tienen actualmente».
Además, ha abundado que en países donde el SMI está determinado por ley como España «se fijan criterios estables y fijos como la evolución del poder adquisitivo o el nivel y distribución de los sueldos más allá del SMI o la productividad» para fijar un sueldo mínimo.
Por su parte, Alicía Homs ha informado de que los principales beneficiarios de esta normativa serán las mujeres y los jóvenes, «los más afectados por los salarios bajos». A su juicio, «la presencia de trabajadores pobres es moral y socialmente reprobable» y ha recalcado que los momentos de crisis son los más apropiados para llevar a cabo este tipo de actuaciones legislativas.
