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Las funerarias especulan con el coronavirus inflando los precios e inventando conceptos

Entierro. 65ymas.com

Oriol Barri es un joven músico catalán cuyo abuelo falleció la semana pasada. La funeraria a la que acudieron, Mémora, la más grande de España, aprovechó la situación, en plena emergencia sanitaria, y le quiso endosar un «ataúd especial» de 1.500 euros y un velatorio inexistente por 420 euros.

«Con la excusa del coronavirus nos dijeron que debíamos comprarlo», relata. «En ese momento haces lo que haga falta. Pero cuando vimos el precio llamamos y dijimos que no. Entonces nos dijeron que no pasaba nada. Que podíamos comprar un ataúd normal. Es lo más grave».

El joven decidió el caso en su cuenta de Twitter, donde la indignante situación se viralizó con rapidez.

La empresa le acusa ahora de mentir y de tener «intereses comerciales» y amenaza que «se reserva el derecho a emprender acciones legales» contra Oriol.

«Están rabiosos. Mémora fue comprada por un fondo de pensiones canadiense por 450 millones hace tres años», dice Aurelio Sánchez, presidente de la asociación Esfune. «Tienen una estructura tan grande que si les bajan un poco los precios se les desmonta todo. Para ellos, puede ser la ruina».

Sánchez trabaja en una pequeña funeraria y lleva años denunciando las prácticas abusivas del sector. El 30% del negocio funerario español está en manos de unos pocos, que también acumulan los «seguros de decesos», una cuota anual que varía entre los 30 y los 100 euros para cubrir los gastos del entierro en caso de fallecimiento.

«No es casualidad que el primer caso conocido en esta crisis suceda en Barcelona», afirma Alván Gómez, abogado especializado en servicios funerarios. «Barcelona es el punto neurálgico de este asunto, Mémora ha sido denunciada muchas veces y las sanciones económicas le dan igual. Pero los abusos funerarios ocurren en toda España desde hace mucho tiempo».

Cuando una persona fallece, su familia no tiene tiempo para comparar precios o examinar detenidamente lo que está contratando. «Nosotros lo llamamos el ‘síndrome funerario'», asegura Sánchez. «Después de un trastorno psicológico puntual, en el que te han engañado, dices: qué va a pensar la familia si denuncio. Lo dejas, te olvidas. Por eso creamos la asociación».

Cinco grupos funerarios dominan el mercado: Mémora, Servisa, Albia, ASV, Funespaña y Parcesa.

Registro mercantil.

Escrito por M. Zafra

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