Una embarcación en mal estado llegó al puerto de Beirut, Líbano, el 21 de noviembre de 2013 y desde entonces no se movió de ahí. Siete años más tarde, su carga potencialmente inflamable se convierte en la principal sospechosa de la devastadora explosión que sufrió la ciudad.
El buque MV Rhosus recogió en 2013 las 2.700 toneladas de nitrato de amonio en el puerto georgiano de Batumi con el objetivo de llevarlo a Mozambique, pero nunca llegó a su destino final por problemas técnicos. Tras una inspección, se le prohibió salir de la capital libanesa.
Las autoridades de Beirut terminaron incautando la embarcación tras descubrir múltiples deficiencias en el carguero. La última posición enviada por el barco fue el 7 de agosto de 2014, exactamente el mismo mes que la tripulación fue liberada tras pasar 11 meses detenida.
Unas imágenes de 2014 muestran algunas de las bolsas de 1.000kg de la sustancia que el MV Rhosus llevaba dentro.
هكذا كانت اكياس الموت مكدّسة.
الصور مأخوذة قبل ايام من الحادث، عندما تحدث جهاز امن الدولة عن وجود نيترات الامونيوم في العنبر رقم ١٢. pic.twitter.com/cICAKE5h7x— Dima ديما صادق (@DimaSadek) August 6, 2020
No fue hasta 2015 que las autoridades libanesas removieron la carga completa a un almacén del puerto, donde ha permanecido abandonado desde entonces. Tres años más tarde, en 2018, la embarcación comenzó a hundirse y poco después quedó sumergida en el mar.
The cargo ship #Rhosus brought 2,750 bags of ammonium nitrate to the port of #Beirut in 2013. I tracked what happened next. The story ends with a massive explosion — and a hidden ship. 🛰️📷 @maxarhttps://t.co/4mzLiQZDXo pic.twitter.com/2mjPDA9z48
— Christoph Koettl (@ckoettl) August 7, 2020