La región italiana de Lombardía, la más azotada por el coronavirus, ha comenzado a multar con 400 euros a todos los transeúntes que no utilicen mascarilla o, en su defecto, una bufanda que les cubra la boca y la nariz.
Attilio Fontana, presidente de Lombardía, ha aprobado esta ordenanza regional cuyo objetivo es frenar la expansión del virus, que en el país ya ha dejado 15.000 fallecidos, de los cuales 8.600 tuvieron lugar en Lombardía.
«Las mascarillas resuelven el problema al 100%, las bufandas al 30-40%, pero más vale eso que nada», ha explicado el dirigente a la emisora italiana Radio Padania.
Esta medida será vigente hasta por lo menos el 13 de abril, día en que el país levantará el confinamiento.
La nueva norma ha generado polémica en toda Italia, ya que expertos y autoridades no se ponen de acuerdo en la necesidad de usar mascarilla. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que su uso puede generar un falso sentimiento de seguridad y hacer que la gente se olvide de tomar otras precauciones.
El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, afirmó el sábado que recomendaba la mascarilla a quienes no puedan respetar el metro y medio de seguridad, pero recalcó que él no la utiliza porque prefiere mantener la distancia recomendada con otras personas.
Por otro lado, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, ha incitado a las autoridades a controlar el precio de las mascarillas, que muchos vendedores particulares han disparado debido a su alta demanda. También ha pedido el aprovisionamiento de las farmacias con material sanitario.