El pasado 1 de septiembre, los cuatro últimos presidentes que ha tenido España sorprendían con sus cartas de apoyo al exministro de Interior Rodolfo Martín Villa, que está siendo investigado por la Justicia argentina por su supuesta implicación en crímenes de lesa humanidad durante el régimen franquista.
Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy enviaron misivas a la jueza argentina María Servini defendiendo la labor política que Martín Villa desempeñó durante toda su carrera.
Mariano Rajoy llegó incluso a cuestionar a las víctimas de la dictadura franquista por las «múltiples inexactitudes y falsedades en la que se sustenta la acusación», reclamando a la jueza que proceda «contra quienes han vertido acusaciones infundadas contra la persona del Sr. Martín Villa y han intentado menoscabar la imagen de España poniendo en duda su carácter plenamente democrático».
Estas palabras de los expresidentes han despertado un gran repudio entre los querellantes. Inés García Holgado, la denunciante que originó la causa, se ha mostrado especialmente sorprendida con que «los presidentes socialistas apoyen a un genocida como Martín Villa, que apoyen incluso la Transición».
«Es una vergüenza. Están presionando y extorsionando al poder judicial de otro país», añade García Holgado.
Por su parte, otra querellante, Adriana Fernández, sostiene que los familiares y víctimas del franquismo ya están «cansados de que en España no se tome en serio la justicia y que personajes como Villa sigan impunes por la complicidad de quienes hablan y juzgan los derechos humanos en otros países, pero miran al costado cuando se trata del propio».