Los evangélicos españoles han afirmado que fue una decisión suya, y no del Gobierno, la de suspender el congreso ‘Unlimited 2020’, una reunión que se celebraría en Madrid y agruparía a más de 8.000 personas procedentes de diversas partes del mundo.
«Fue una decisión propia«, ha defendido Jorge Fernández, responsable de Comunicación de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), en declaraciones a Europa Press. También ha denunciado que se esté «utilizando de alguna manera» la cancelación del evento para señalar «los errores de otros» en lugar de resaltar su «responsabilidad» al suspenderlo.
Varios representantes evangélicos se reunieron con Salvador Illa, ministro de Sanidad, y Fernando Simón, director del centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, el 5 y el 6 de marzo.
«Entendimos en esa primera reunión que era imposible celebrarlo», ha explicado Fernández. Sanidad solo les hizo «una recomendación» para suspender el congreso por «los riesgos» que conllevaba, al reunir a viajeros de todo el mundo en un entorno cerrado.
«Escuchar a Fernando Simón solicitarnos este sentido de responsabilidad nos ayudó a entender la difícil situación a la que nos enfrentamos y lo irresponsable que hubiese sido no acatar la recomendación del representante del Gobierno», ha argumentado el religioso.