Suecia, Países Bajos, Dinamarca, Austria y Finlandia piden ahora que el fondo de recuperación de la crisis provocada por la pandemia incluya sólo 350.000 millones de euros en ayudas directas y otros 350.000 millones en créditos, reduciendo el volumen total hasta los 700.000 millones.
La primera propuesta de la Comisión Europea era de 750.000 millones de euros, pero para los países frugales, Sánchez defiende una propuesta demasiado «ambiciosa» y proponen bajar 50.000 millones, hasta los 700.000 millones, y que se divida a partes iguales en ayudas directas y préstamos, lo que supondría 350.000 millones para cada capítulo, que llevaría a 150.000 millones menos en subvenciones directas.
Ante esta propuesta, Sánchez se ha atrincherado con sus aliados Merkel y Macron y se estancan en rebajar, como máximo a 400.000 millones las ayudas directas, porque entienden que es el mínimo necesario para que el fondo tenga un impacto macroeconómico real.
Varias fuentes diplomáticas lamentaron que los frugales sigan bloqueando la negociación, particularmente Holanda y Austria, quienes estarían usando como excusa la falta de acuerdo para vincular la recepción de fondos del presupuesto al respeto al Estado de derecho para bloquear las discusiones. En este dilema, Suecia y Dinamarca estarían más receptivas a suavizar su posición.