Los policías que fueron expedientados por estar implicados en la agresión de un menor de Melilla de 17 años han asegurado que el joven, junto a varios menores más, los «increparon con insultos» y los «atacaron con botellas y piedras» a la salida del restaurante donde se encontraban.
Esta versión colisiona con la del adolescente, quien asegura que los agentes le insultaron y le agredieron tras confundirlo con un menor migrante, informan los medios. «Durante la cena, dos menores se acercaron a pedirles dinero negándose los policías nacionales a facilitárselo, al tiempo que se les invitó a que abandonaran el local y no molestasen a los clientes», contaban los sindicatos policiales SUP, CEP, UFP y SPP en un comunicado.
Agregan, que «a la salida del establecimiento, seis menores, dos de ellos los que ya habían entrado al local, esperaban a los policías a los que increparon con insultos, llegando incluso a atacarles con botellas y piedras«. Dos policías resultaron heridos y continúan de baja, afirmaron.
Los policías defienden su actuación con que los menores estaban «ofreciendo una fuerte resistencia». Sea como sea, siguen las investigaciones entorno a este caso de obvia brutalidad policial innecesaria.