Las irregularidades y escándalos de la dirigente de Vox Rocío Monasterio no cesan de salir a luz. El 17 de marzo de 2004 la ultra presentó una autorización en el Ayuntamiento de Madrid para acceder al expediente urbanístico de un proyecto que tramitaba su estudio de arquitectura. Según informa Eldiario.es, los datos del documento no concuerdan: el nombre y apellidos de la clienta que lo autorizaba y la firma no son de la misma persona.
Al parecer, el estudio de arquitectura de Monasterio falsificó la firma de una de sus clientas en diversos planos y documentos que registró en el Ayuntamiento de Madrid para pedir la licencia de un loft en la calle San Marcos (Madrid).
El expediente municipal tiene registro de tres firmas distintas pertenecientes a la misma persona, Carolina D., pero solo la última es auténtica y pertenece a su socia.
La razón detrás de esto es que Monasterio entregó en el Ayuntamiento un documento que se rellenó después de ser firmado, y se confundió al rellenar el resto de datos.
«Rocío Monasterio nos pidió firmar unos folios en blanco para agilizar unos trámites», explica al diario antes mencionado una de las afectadas. «Estábamos preocupadas porque ya habían terminado las obras y no nos concedían la licencia. Para tranquilizarnos nos dijo que firmásemos que ella se encargaba, nosotras lo autorizamos para algo pero no sabíamos para qué», recalca Carolina. «Y luego se equivocó al rellenar los datos».
Carolina gastó miles de euros en un inmueble que nunca pudo utilizar para su negocio, ya que no consiguió la licencia, por lo que judicializó el caso. Fue entonces cuando descubrió que Monasterio les había mentido y no era arquitecta. Asimismo, descubrieron que era su hermano quien falsificaba las firmas en los documentos.
No es la única irregularidad de este caso. Monasterio firmó el certificado de obra del inmueble como directora facultativa, a pesar de que no tenía la titulación para ello.
