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Muere una trabajadora marroquí despedida tras ser diagnosticada de una enfermedad terminal

Fatima Z. B. llegó a España como una de tantas mujeres marroquíes contratadas “en origen” por las patronales de Huelva de frutos rojos. Comenzó a trabajar con Frutas García Molina SL en abril de 2018. Este año 2020 también trabajó para esta empresa, pero el 20 del pasado mes de febrero comenzó a sentirse mal. Empezó a sangrar y fue ingresada de urgencia en el hospital Juan Ramón Jiménez, donde le diagnosticaron un cáncer de cérvix en estado muy avanzado.

Tras recibir estas durísimas noticias, le llegó otra: su despido. Así, se quedó sin trabajo y sin el alojamiento que le brindaba la empresa. Con la ayuda de varios colectivos de mujeres jornaleras pudo compartir vivienda con otras personas hasta su fallecimiento, que sucedió este domingo en el hospital Vázquez Díaz de Huelva a los 37 años.

Desde su diagnóstico, Fatima no recibió ningún salario o ayuda para afrontar su tratamiento. Según cuentan personas muy cercanas a la fallecida, solo se pusieron en contacto con ella para ofrecerle un billete de regreso a su país.

«A pesar de tener un contrato de trabajo, de estar asegurada y haber estado cotizando a la Seguridad Social, la tiraron a la calle como un perro sin ni siquiera gestionarle el derecho que le pertenecía a cobrar su baja por enfermedad», señalan desde Jornaleras de Huelva en Lucha. «A duras penas ha podido sobrevivir, ha podido comer y ha podido obtener sus medicamentos durante varios meses, gracias al apoyo que le hemos podido ofrecer nosotras y la Asociación Asisti Cuenca Minera, quien ha estado acompañándola desde el primer momento. También, y lo más importante, gracias a la solidaridad y al sentido de comunidad de sus paisanas, que en esto de cuidar cuando más se necesita y del apoyo mutuo, debido a la necesidad y a las situaciones que enfrentan constantemente, tienen hecho un máster».

Escrito por M. Zafra

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