A finales de septiembre surgió un nuevo partido político en Arabia Saudí, un país que prohíbe los partidos bajo pena de prisión. La nueva formación, Hizb al Tayammu al Watani, Partido de la Asamblea Nacional, o NAAS (Gente), se ha creado desde el exilio y está formado por un número reducido y clandestino de afiliados en Arabia Saudí.
NAAS es el primer grupo de oposición que se organiza durante el reinado de Salman y bajo la autoridad de su hijo, el príncipe Mohammad bin Salman. La formación ha expresado su pretensión de implantar la democracia en el país, y aunque no se ha posicionado explícitamente contra la monarquía, sí ha denunciado la «agresiva» política exterior del monarca hacia otros países árabes.
La nueva formación reclama la separación de poderes, una medida desconocida en el país, la creación de un Parlamento electo y el sometimiento a referéndum de una constitución; unas metas imposibles mientras Bin Salman continúe en el poder.
NAAS supone una amenaza para el conjunto del sistema saudí, dado que busca iniciar una campaña a favor de la libertad de expresión y la democracia en un reino fuertemente conservador.
Entre sus fundadores hay investigadores y opositores políticos que exhortan al sistema a poner fin a la represión. «El partido se fundamenta en la voluntad activa de una generación de saudíes que quiere reformas políticas y civiles, y no reformas cosméticas», ha explicado la profesora Madawi al Rashid.