Casado, en contra del aborto
Según el presidente de PP, la ley aprobada en 2010 por los socialistas sobre la interrupción voluntaria del embarazo recoge como derecho algo que no lo es. El político afirma que lo que sí le parece un derecho es el «derecho a vivir del no nacido».
Así, calificó de «excesiva» la posibilidad de abortar hasta la vigésima segunda semana de gestación, a pesar de que la situación actual en la que la ley actual lo ampara es si existe «grave riesgo para la vida o salud de la embarazada». Es decir, que a Casado le importa la vida de los niños no nacidos pero no la de mujeres que ya están en este mundo.
Otro de sus argumentos es el coste que ha supuesto a la economía pública los dos millones de abortos practicados desde 1985, presupuesto que considera que estaría mejor empleado para el apoyo de la maternidad. Nadie mejor que un único hombre para decidir sobre los cuerpos y futuros de las mujeres y el destino del dinero público, por supuesto.
Al ser preguntado su posición frente al feminismo, se muestra esquivo, como ya ha pasado en otras ocasiones.
Afirmó que es liberal y que no cree en las distinciones por género o etnia, pero tampoco en las etiquetas. Cuando fue más presionado respondió que si ser feminista es creer en la igualdad sí, pero que no tiene muy claro que en la práctica sea así.
Hubo una vez un ministro que intentó devolvernos a tiempos donde las mujeres no podían decidir sobre su cuerpo. No le fue muy bien @pablocasado_. España no se rebobina. pic.twitter.com/5SRzTgCf6y
— Íñigo Errejón (@ierrejon) October 29, 2018