París ha decretado estado de alerta máxima cerrando sus bares, restringiendo las universidades y los restaurantes tras superar los umbrales de contagio de coronavirus.
«Estamos en una nueva etapa. Tenemos que estar a la altura del desafío», dijo prefecto de policía de París, Didier Lallement, en una conferencia de emergencia donde anunciaron estas medidas tras elevarse el nivel de incidencia de la pandemia y la presión hospitalaria.
La tasa de incidencia en París es de 260 contagios por 100.000 habitantes desde el 28 de septiembre, y tienen un 36% de las camas de UCIs de los hospitales de la zona ocupadas por pacientes de COVID-19. En Madrid solo se han cerrado perimetralmente 10 municipios superando 500 contagios por cada 100.000 habitantes.
Las medidas incluyen la restricción de las clases físicas a un 50%, el cierre completo de los bares, un nuevo «y estricto» protocolo para los restaurantes que detallará durante el día, cierre de gimnasios y piscinas, y limitación de las bodas al enlace, sin fiesta posterior.
Los comercios restringirán su clientela a uno cada cuatro metros cuadrados de superficie para garantizar la continuación de la actividad económica. También han urgido a las empresas a recurrir al teletrabajo.