El rápido aumento de hospitalizaciones a causa de la pandemia del Covid-19 ha obligado a centros de salud de todo el país a prepararse para una
El hospital Reina Sofía de Murcia ha finalizado la instalación de diez camas en el gimnasio de fisioterapia del centro para poder atender al gran número de pacientes que llegan a través del servicio de urgencias del hospital. Han pasado de una media de 70 en los primeros meses de la pandemia a más de 200 en la actualidad.
«Además de los pacientes de coronavirus, que tenemos más que en la primera ola, en esta ocasión, vienen también los pacientes con otras dolencias, que antes se quedaban en casa, por lo que la presión asistencial es muy grande», cuenta Irene Marín, subdirectora del Hospital Reina Sofía.
Los pacientes de Covid-19 ya han ocupado todas las camas de las Unidades de Preingreso del Reina Sofía, por lo que se han visto forzados a habilitar el gimnasio para atender a pacientes con otras dolencias. Sin embargo, el espacio también ha sido equipado con tomas de oxigeno por si acaban siendo necesarias para contagiados de la nueva enfermedad.
«Nos llegan muchas menos personas mayores que antes porque han cogido miedo y se protegen, sin embargo, entran pacientes más jóvenes, incluso de menos de 30 años con pronósticos muy graves y que aunque salgan adelante pueden tener secuelas a largo plazo importantes», cuenta Irene Marín.
No obstante, no todo es malo. La subdirectora del centro asegura que el personal sanitario «está más preparado, sabemos más sobre la enfermedad y nos podemos anticipar. Los compañeros más expertos son capaces de detectar signos que alertan de la evolución que puede tener un paciente y eso nos permite reducir la gravedad de los casos y lo más importante, salvar vidas«.