El pasado 10 de febrero, el Parlamento Europeo aprobó tras votación el texto ‘Reducción de las desigualdades, con especial atención a la pobreza de los trabajadores’, en el que se analizan problemas comunes de los trabajadores de Europa y presentan soluciones para ellos.
La propuesta contó con el voto en contra del Partido Popular (PP) y Vox, que intentaron suprimir varios puntos y modificar otros mediante enmiendas. En algunos de los apartados, el Partido Popular Europeo (PPE), que engloba al PP, votó favorablemente, pero la formación española se desmarcó. Las enmiendas más relevantes no salieron adelante y finalmente, en la votación total del documento, el PP se abstuvo y Vox votó en contra.
La resolución exige a la Unión Europea trabajar para erradicar cuestiones como el estrés laboral y los trabajos mal remunerados, mientras allana el camino hacia rentas y salarios mínimos en el continente. El documento tuvo 365 votos a favor, 118 en contra y 208 abstenciones.
Las derechas propusieron enmiendas para derogar y modificar puntos como el apartado 34, que quisieron eliminar y que solicita a la Comisión «que proponga un marco de la Unión sobre la renta mínima«, que finalmente se mantuvo, y el apartado 36, que pide «garantizar que los trabajadores de la Unión estén protegidos por salarios mínimos adecuados que permitan vivir dignamente».
PP y Vox tampoco estuvieron a favor de apartado 38, donde se recalcaba que «las medidas propuestas en las orientaciones políticas de la Comisión 2019-2024, cuyo objetivo es garantizar que los trabajadores de la Unión tengan un salario mínimo justo que les permita llevar una vida digna dondequiera que trabajen», y el 40, que sostiene que la Directiva «debe garantizar, mediante convenios colectivos y salarios mínimos legales, que ni los trabajadores ni sus familias corran el riesgo de caer en la pobreza y que todos puedan vivir de su trabajo y participar en la sociedad«.
