Los niveles que alcanzó el caso Púnica en la Comunidad de Madrid fueron desorbitados durante el Gobierno de Esperanza Aguirre. El entramado, donde se adjudicaban servicios públicos por valor de cientos de millones de euros a cambio de unas comisiones ilegales, se tenía que engrasar muy bien para que siguiera funcionando.
Y la manera de engrasarlo fue con regalos de lujo que el dueño de la empresa encargada de la campaña electoral del PP durante el año 2003 y dueña de esas adjudicaciones públicas ilegales, Over Marketing, hacía a importantes dirigentes del PP como Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Paloma Adrados (actual presidenta de la Asamblea), o Javier Fernández Lasquetty (actual jefe de gabinete de Pablo Casado).
El sofisticado sistema de regalos de la empresa dividía a los afortunados en cuatro grupos: VIP, Alto, Medio y Bajo. En el VIP estaban cinco personas: Ignacio González y Francisco Granados (exvicepresidente de la Comunidad de Madrid) quienes ya pasaron por la cárcel; Esteban Parro, exalcalde de Móstoles del PP que también fue imputado; César Antón, exconsejero de Castilla y León que fue investigado por la Fiscalía por su etapa como presidente del Imserso en el Gobierno de Rajoy, y Ana Isabel Gutiérrez, esposa del diputado del PP Jesús Merino, según adelanta ElPlural.com.
Además de los cinco cargos VIP, figuraban Cristina Cifuentes, Paloma Adrados (actual presidenta de la Asamblea de Madrid), Alberto Ruiz Gallardón, o Esperanza Aguirre. Todos juntos, además de los regalos de marcas de lujo como Louis Vuitton, palcos en el Máster de Tenis o vinos, figuraban en una categoría especial: «Especial Loewe», donde se obsequiaba con bolsos, carteras, corbatas, entre otros, de esta marca.
