El presidente Vladímir Putin ha anunciado este mismo día que su país ha registrado la primera vacuna contra el coronavirus del mundo. «Funciona relativamente bien, crea una inmunidad sostenible y, reitero, pasó todas las pruebas necesarias», anunció el político.
Putin aclaró que la vacunación de la población debería realizarse exclusivamente de forma voluntaria, y que esperan que la producción en masa comience en breve. Por su parte, el ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, afirmó que la vacuna es efectiva y segura, y anunció su producción en dos plataformas: en el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, y la compañia Binnofarm. Esta última comenzará la producción en masa para finales de año.
Aún así, Murashko aclara que las pruebas clínicas continúan. «Los desarrolladores de la vacuna prepararon los documentos para la realización de las futuras investigaciones clínicas con la participación de varios miles de personas. Para la vigilancia rápida del estado de salud de los vacunados y el control de eficacia y seguridad, el Ministerio de Salud de Rusia crea un contorno digital único que permite vigilar la seguridad y calidad del fármaco en todas las etapas del ciclo vital», comentó.
La inmunidad de la vacuna permite crear una inmunidad a largo plazo que puede durar hasta dos años, y se compondría de doble inyección. De esta inmunidad ya goza una de las hijas de Putin, la cual participó personalmente en el experimento y tras dar 38 de temperatura, se vacunó. Al día siguiente tenía 37 y «eso fue todo», añade el líder. «Después de la segunda inyección, la temperatura subió un poco, pero luego desapareció. Se siente bien y los anticuerpos son altos», agregó.
