La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha expresado su rechazo «más absoluto» a los militares que criticaron al Gobierno en una carta al rey y que defendieron el fusilamiento de «26 millones de hijos de puta» en un chat privado por «su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses».
Así lo ha dicho Robles durante la Pascua Militar, una de las ceremonias castrenses más relevantes del año, presidida por los monarcas en el Palacio Real y a la que ha asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Robles ha vuelto a afirmar que estos ex militares son una «insignificante minoría» y solo pretenden «perjudicar el inmenso prestigio» de un Ejército guiado «por la más estricta neutralidad política» y que defiende «si fuera necesario con su vida» la Constitución y los valores democráticos.
Por su parte, el rey Felipe VI ha evitado cualquier mención a esta polémica y se ha limitado a reafirmar el respeto de las Fuerzas Armadas al marco constitucional, añadiendo que existe un compromiso «incondicional» de todo el Ejército con la Constitución.