En 2016 se aprobó la Ley de Protección Integral contra la LGTBifobia por unanimidad de los líderes de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. No obstante, se opusieron los grupos más conservadores.
Esta unión de los grupos homófobos que se opusieron cristalizó en la formación de Plataforma por las Libertades., creada en diciembre de 2016. Rocío Monasterio, actual dirigente de Vox, formaba parte de ella.
Otros miembros de este grupúsculo eran Mariano Calabuig, ahora diputado de Vox en la Asamblea de Madrid, y Lourdes Méndez, coordinadora de la plataforma y en la actualidad miembro de Vox. Esta última se manifestó claramente en contra de que se prohibieran “tratamientos para revertir el sexo hacia la heterosexualidad”.
En su presentación como formación, la Plataforma por las Libertades emitió un manifiesto en el que defendían “el derecho a la autonomía del paciente y a la libertad individual ante leyes que prohíben someterse a una terapia de reorientación de la inclinación sexual cuando se trate de revertirla a la heterosexualidad, incluso si esa fuera la voluntad de la persona y solicitara tal terapia, además se sanciona al profesional que se preste a ayudarle en su legítima pretensión”.
Sobre la libertad de reorientación de la inclinación sexual a la homosexualidad no comentaron nada, curiosamente.