El pasado 8 de junio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba que su Gobierno construiría un nuevo hospital de pandemias que contaría con 1.000 camas disponibles y en el que se invertiría 51 millones de euros. Cinco meses después se confirma que no habrán nuevos sanitarios contratados; todos serán trasladados desde otros centros madrileños.
Fue Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad, quien confirmó este dato: «el personal va a provenir de los hospitales madrileños». Y es que inaugurar un hospital en mitad de una pandemia es un bonito título, pero contratar a los 6.000 profesionales que necesita según el sindicato de Amyts, es algo «imposible», en propias palabras de su secretario general.
El hospital Isabel Zendal se encontrará en el noreste de Madrid, entre edificios de oficinas y construcciones a medio terminar; misma zona que Esperanza Aguirre dejó sin terminar en el fracasado proyecto de ‘Ciudad de la Justicia’, y se inaugurará este sábado próximo.
Los cálculos se hacen fáciles: el hospital 12 de octubre, con 1.100 camas, dispone de unos 6.000 profesionales, entre médicos, enfermeros, técnicos de rayos, auxiliares, etc. En el Ramón y Cajal, con 901 camas, trabajan 5.223 profesionales. El nuevo hospital contará con 1.000 camas, así que se estima que la cifra ronde los 6.000.
«Un hospital de Madrid de mil camas necesita unos 6.000 sanitarios, entre ellos mil médicos, pero en este caso aún no sabemos a ciencia cierta cuáles son las necesidades porque no han hecho público su plan», cuenta Julián Ezquerdo, secretario general de Amyts, a elDiario. «Es imposible contratar a tanto personal para abrir un hospital.