En la víspera del Día Internacional de la Mujer, Suiza ha celebrado un referéndum en el que, a través de las urnas, la población ha dado el visto bueno a la ley que prohíbe a las mujeres utilizar el velo integral o el burka en los espacios públicos.
La ley ha sido aprobada por un mínimo margen, con el 52% de los votos. El partido de extrema derecha Unión Democrática del Centro (UDC) fue su principal impulsor.
El objetivo era fomentar la igualdad, la libertad y, sobre todo, la seguridad, ya que los proponentes dicen que evitaría que mujeres sean obligadas a ocultar su rostro o que otros lo hagan con un propósito criminal o terrorista.
«El velo integral y el burka no tienen cabida en una democracia. Son instrumentos políticos que simbolizan tanto la separación deliberada de los musulmanes menos moderados de las sociedades europeas como la inferioridad de las mujeres», opinó Barbara Steinemann, miembro del Consejo Nacional por UDC.
Tanto el Gobierno como el Parlamento suizo se posicionaron en contra de esta ley, que ha sido tachada de «racista y sexista».
Los detractores de la normativa alegan que la ley podría tener efectos negativos en el turismo y no ayudaría a las mujeres afectadas.