Hace un mes, una comitiva de miembros de Vox viajó hasta Perú para entrevistarse con Keiko Fujimori, la candidata de la derecha a la presidencia que perdió las elecciones. La ultraderecha española también pasó por Colombia, Ecuador y Bolivia.
El diario ‘The Washington Post’ se hizo eco de este viaje, aunque no de la manera más favorecedora para el partido de Abascal. A través de una columna titulada ‘La redención de la derecha peruana no pasa por Vox’, el periodista Diego Salazar aconseja a Fujimori que no pierda el tiempo con los ultras españoles.
El autor del texto define a Vox «como el clásico ejemplo de partido populista de derecha radical» cuyo único objetivo es «agudizar la polarización en la sociedad española«.
«Si lo que quieren de verdad es encontrar la respuesta y plantar cara al caótico y cada vez más incompetente y preocupante accionar del Ejecutivo peruano, harían bien en pasar menos tiempo persiguiendo fantasmas junto a un partido ultraderechista europeo y más conociendo el Perú que existe fuera de Lima», zanja Salazar.