Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, y su esposa Melania Trump, se vacunaron en enero, poco antes de dejar la Casa Blanca.
Tanto Trump como Melania se contagiaron de coronavirus a finales de septiembre y, aunque pasó tres días hospitalizado debido a los síntomas, no se puso la vacuna cuando comenzó la campaña, al igual que sí hicieron públicamente otros altos cargos como el vicepresidente Mike Pence.
Trump, de hecho, había manifestado su escepticismo sobre las vacunas en distintas ocasiones. Ahora, el New York Times y la CNN han adelantado en exclusiva que el presidente se habría puesto la primera dosis antes de dejar la Casa Blanca, en secreto, y la segunda dosis una vez ya dejada la residencia presidencial.
El pasado domingo, Trump afirmó en un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora que «todo el mundo debería ir a recibir su inyección».