El Ayuntamiento de Artana, un municipio en la provincia de Castellón donde viven tan solo 1.950 personas, acordó el pasado 22 de julio aumentar el sueldo al alcalde, Enrique Vilar (PP), que lleva en el cargo desde 1999.
Así, Vilar empezará a tener una dedicación parcial del 50% con alta a la seguridad social con un salario anual de 23.800 euros al mes, abonados en catorce pagas mensuales de 1.700 euros. Hasta ahora, el edil cobraba 12.132 euros brutos al año sin dedicación y por asistencia a órganos colegiados.
La propuesta, presentada por la concejal de Hacienda Silvia Llidó, surgió «al considerar que la complejidad, responsabilidad y dedicación que requiere el ejercicio de alcalde en el municipio de Artana es muy superior al resto de concejales de la Corporación», lo que «justifica» que ese puesto tenga asignada una dedicación de «al menos el 50% y la asignación de una retribución proporcional y adecuada».
El Partido Popular defiende que estas asignaciones «están dentro de los límites de cuantías aplicables a los municipios de menos de 5.000 habitantes», así como que el presupuesto de 2000 «cuenta con consignación presupuestaria suficiente para cubrir esta modificación».
El portavoz del PSOE, Salvador Ferrandis, se ha mostrado en desacuerdo con este brutal aumento salarial, afirmando que no entiende que no se hubieran dado cuenta hasta ahora de la complejidad que supone desempeñar el cargo de alcalde.
Por esto, Ferrandis recalca que fue el PP el que calificó como «suficiente» la retribución de Vilar por asistir a órganos colegiados, y que si ahora ya no le compensa, «tiene la posibilidad de dejar el cargo y no convertirlo en una profesión, fijando una retribuciones para completar otros sueldos».
