Un habitual cliente del bar Can Juli, de Granollers (Barcelona) ha pagado las 36 cervezas que no se pudo tomar este confinamiento por el cierre del local.
El hombre, tras decretarse la Fase 1 y abrir el Can Juli, se presentó en el local y entregó un sobre con 100 euros correspondientes a 36 consumiciones, a 2,50 cada una, que había dejado de tomar durante el confinamiento. Además, el hombre dejó una propina de 10 euros.
En declaraciones a la SER, el hombre cuenta cómo pidió hablar con el dueño, Juli, y fue entonces cuando le entregó un papel en el que aparecía un cálculo y dos billetes de 50 euros. «Se acercó al bar con un papel y dijo: ‘Juli, tengo que hablar contigo’. Y claro, mi hermano pensó que le habría pasado algo… Pero no. Le enseñó sus cálculos (…)Como había dejado de venir 36 veces y siempre se gastaba 2,50, ¡pues 90 euros! Al principio mi hermano no quería cogerlo, pero él insistió mucho. Le dijo que lo que había pasado era muy fuerte y que, aunque no se hubiera tomado esas cañas, quería ayudar. En el sobre, de hecho, había 100 euros, no 90″.
El dueño cuenta que ni siquiera era un asiduo de todos los días y que «cada mañana, gracias a cosas así, te entran ganas de ir a trabajar». «Solía venir 2 o 3 veces a la semana a tomarse una caña y leer el periódico, pero yo sé que le gustan las tapas y, en vez de una, le ponía dos. Luego le decía que era 1,30, pero él respondía que no podía ser y nos dejaba 2,50. ¡Es muy agradecido!».
