Un joven ayudante de entrenador de un club de fútbol infantil acusado de abusar de 36 menores en l’Horta ha negado los hechos ante el tribunal, asegurando que «no pensaba que lo que hacíamos fuera delito».
Los hechos ocurrieron entre 2015 y 2018, cuando el acusado aprovechaba su condición de entrenador y monitor de la escuela de verano para ganarse la confianza de los niños y los invitaba a jugar al fútbol, a ir a comer o a jugar a la consola a su casa.
Cuando conseguía su confianza, les proponía retos, y los que perdieran, debían realizar «castigos» de carácter sexual» como mostrar sus partes íntimas u otras prácticas de la misma índole. El acusado ha negado estos hechos y aseguró que solo se trataba de un juego entre amigos y que no pensó que lo que hacían se considerase delito.
Los retos se realizaban en los aseos de un polideportivo, en un polígono industrial o en una pista de motocicletas. Los padres no se temían nada de esto, pues consideraban que el denunciado era una persona popular y de buena familia.
El entrenador se enfrenta a una pena de 248 años de prisión por 36 delitos de abuso sexual a menores de 12 años, 27 de ellos continuados.