Las mascarillas que compró Isabel Díaz Ayuso para repartir en la Comunidad de Madrid no son KN95, no protegen lo suficiente, no tienen el etiquetado correcto ni la certificación internacional, y tampoco han sido analizadas por ningún organismo oficial antes de repartirse.
Un análisis realizado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo al que ha tenido acceso en exclusiva eldiario.es confirma que las mascarillas de origen chino que Ayuso compró no son KN95 ni FFP2 porque su capacidad de filtrado es insuficiente.
El estudio, realizado a petición de FACUA por el Instituto Nacional de Seguridad en el Trabajo ha arrojado que en filtrado de las mascarillas vendidas por el fabricante chino Wenzhou Haoshuo Home Textile Co. es completamente deficiente y deja pasar casi un 40% de las gotas más pequeñas o aerosoles, cuando debería de ser, como máximo, un 6%.
Ya que no son aptas para categorizarlas como FPP2, se analizó en el nivel más bajo: FFP1. El resultado es el mismo, ya que para el FFP1 las mascarillas deberían tener un nivel de penetración menor al 20%.
Esto se suma a la veintena de fallos detectados por la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual relacionados con la normativa de la información que el fabricante aporta en la etiqueta de la mascarilla. El mismo día que salió esta noticia, el fabricante desapareció de internet sin dejar rastro ninguno de su tienda, aunque antes de marcharse utilizó certificados falsos de la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense y del sello CE.