El Ministerio Fiscal ha pedido una pena de tres a cuatro años de cárcel para el acusado, cuyo juicio sucedió este viernes en Valladolid. Las acusaciones se centran en dos vídeos que mandó a la menor, así como varios mensajes de WhatsApp de contenido sexual.
El acusado, que solo ha querido responder a las preguntas de su abogado, ha asegurado que en los mensajes que intercambió con la menor ella le “insinuaba cierta atracción” o intención de tener algún tipo de relación, aunque no llegó a concretarse , según su versión, porque él no quiso.
El religioso ha admitido que le regaló a la niña un teléfono móvil, pero que los mensajes que se intercambiaron fueron a través del terminal de su madre, que usaba la víctima.