El incidente fue sobre las 2 de la madrugada de este mismo martes, justo en el cierre del servicio. El tren estaba estacionado en la estación de Pinar de Chamartín, y fue pintada gran parte del mismo, según han informado las fuentes sindicales.
Los daños causados se suman a la oleada de pintadas que lleva sufriendo el Metro desde 2017, valorados en casi 2,5 millones de euros y sumando 1.303 denuncias. Este mismo grupo de grafiteros ha estado actuando intermitentemente desde Halloween, según las fuentes.
Recientemente la Policía Nacional detuvo a otro grupo de grafiteros al asaltar el pasado 2 de noviembre la estación de Metro de Las Rosas. Los grafiteros irrumpieron en las instalaciones para detener el tren y pintarlo.