Años después de la recuperación económica, la situación económica de los jóvenes no ha variado. La emancipación juvenil ha vuelto a descender, con más del 81% de los jóvenes de entre 16 y 34 años viviendo con sus padres.
¿La causa? Un mercado laboral inestable con salarios absurdos, sumándole un mercado inmobiliario inalcanzable para el sector más joven de la población. Así lo muestra el Observatorio de Emancipación del primer trimestre de 2019, elaborado por el Consejo de la Juventud de España, que denuncia la larga interinidad del Gobierno y exige «tomar medidas ya en este sector».
El Observatorio añadió al informe, además de la posibilidad de los jóvenes de comprar o alquilar, el piso compartido, aunque los resultados se mantienen negativos: deben destinar el 40% de su salario en 21 provincias, y en otras como Catalunya, más del 40%.
Para comprarse un piso, un joven debería destinar el 62,4% de su salario anual al pago de la mensualidad de la hipoteca. Eso sin contar la entrada, para la que se requiere el 4,4 veces su salario anual. Visto los datos y descartada la compra de la vivienda, la única alternativa parece ser el alquiler… pero tampoco. Según el informe, el joven debe destinar el 94,4% de su salario mensual al pago de un alquiler medio, siendo el año pasado el 88,9%.
