En febrero de 2020, Francisco Sánchez, un hombre de 80 años, salió a hacer unas gestiones sin saber que no podría regresar a su casa: había sido desahuciado, a pesar de tener un contrato indefinido de renta antigua y estar al corriente de todos sus pagos. Un fondo inversor que quería reformar el edificio consiguió expulsarle en su ausencia. Tras recurrir el caso, un juez declaró nulo el desahucio el pasado mes de octubre y ordenó que volviera a su vivienda. Sin embargo, su piso está ahora destrozado por completo.
Según ha reconocido el mismo fondo inversor que lo echó, UPL-Gràcia S.L., el hombre no puede regresar a su casa porque está en “estado de ruina potencial”. Tras echarle del domicilio cuando este anciano salió a renovar el bono social de los suministros, la inmobiliaria destrozó el piso para “evitar que fuera ocupado ilegítimamente por terceros ocupas”, según ha explicado la empresa en un escrito al juez publicado por ‘Eldiario.es’.
Así, la compañía abrió boquetes en las paredes, techos y suelos; rompieron puertas y azules y dejaron el piso inhabitable. Pese a que el juez falló a su favor, Sánchez no puede volver a su casa.
Por su parte, Lluis Humet, abogado de Sánchez, ha informado de que el fondo inversor no cuenta con la licencia de derribo pertinente, por lo que el Ayuntamiento de Barcelona le ha abierto un expediente. El letrado ha solicitado que devuelvan a su cliente su propiedad y la arreglen para que pueda vivir en su piso de una vez.
