El juez Edson Fachin, de la Corte Suprema de Brasil, ha anulado este lunes todas las sentencias de prisión dictadas en primera instancia contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que ahora será juzgado por tribunales federales.
La decisión del magistrado afecta a tres procesos en los que Lula fue juzgado por un tribunal de primera instancia de Curitiba, a cargo del juez Sergio Moro, quien estimó que no tenía en ese momento «competencia jurídica» para estudiar esos casos, según explicó el Supremo, cuyo pleno tendrá ahora que confirmar esa decisión.
Según la decisión de Fachin, encargado en el Supremo de la operación anticorrupción Lava Jato, por la cual fue procesado Lula, esos tres casos pasarán a continuación a la justicia federal en Brasilia.
Su decisión afecta a un apartamento triplex en el balneario de Guarujá, una casa de campo en Atibaia y a una investigación sobre el Instituto Lula.
En el primer caso, el expresidente fue condenado a 12 años de cárcel y otros 17 años respecto al caso de la casa de campo. Respecto al caso del instituto todavía no hay sentencia firme.
Por esas condenas, Lula llegó a pasar 580 días en la cárcel. Fue liberado después de que el Supremo alterase su propia jurisprudencia y decidiera que solo se puede encarcelar a alguien cuando ya no le queden apelaciones, algo que no le sucedía a Lula.
Fachin alegó para justificar su decisión que estos casos, en los que el exmandatario fue acusado de aceptar sobornos en metálico y propiedades de varias constructoras implicadas en el escándalo de la Lava Jato, no estaban relacionados con los desvíos de dinero en la estatal Petrobras, que fueron los que justificaron los procesos. Según el juez, la justicia de Curitiba no tenía competencia legal sobre los escándalos en Petrobras, que debían ser juzgados en otras instancias.
Si el pleno apoya el fallo de Fachin, que se escuda en un «error procesal» por «falta de competencia», Lula recuperará sus derechos políticos e incluso podría volver a ser presentarse como candidato presidencial en 2022.
El lawfare contra Lula para evitar que fuera candidato y abrir el camino a la ultraderecha, ejemplifica el nuevo modus operandi de los grandes poderes.
Al final ha quedado en nada, pero hoy manda Bolsonaro en Brasil.
Ahora a ganar @LulaOficial ✊https://t.co/iMVuxRABWo
— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) March 8, 2021
Los golpes del siglo XXI los dan los jueces. https://t.co/YaXo1faXDV
— Javier Aroca Alonso (@JavierArocaA) March 9, 2021