El juzgado de instrucción número 40 de Madrid ha archivado la denuncia que la víctima de La Manada interpuso contra los detectives privados que fueron contratados por la defensa de los violadores para vigilarla y «observar su actitud» tras los hechos.
El juez abrió diligencias, dio traslado al ministerio público y la Fiscalía solicitó el archivo provisional de la causa, algo que el magistrado aceptó. La demandante ha recurrido esta decisión ante la Audiencia Provincial de Madrid.
El juez considera que las dos detectives «recabaron datos e imágenes de la denunciante en lugares públicos al objeto de incluirlos en un informe aportado a un procedimiento penal» y que no cometieron un delito de revelación de secretos ni contra la intimidad personal.