Un menor de 17 años se encuentra acogido en estado de shock en un centro de menores de Gran Canaria tras sobrevivir a quince días de travesía en el Atlántico, a la deriva, en el que 16 de sus 26 compañeros de patera fallecieron de hambre y sed.
El joven contó que no sabe leer ni escribir porque empezó a trabajar desde que tenía uso de razón para ayudar a su familia en Marruecos tras la muerte de su padre. Era el único varón en casa y tuvo que asumir todas las obligaciones.
A principios de octubre, seis de sus primos y él decidieron viajar a Europa ante la falta de oportunidades que tenía su localidad natal. Así, se organizaron y consiguieron una patera rumbo a Canarias, que partió con 26 ocupantes.
«Esas pateras no son de mucha gente, y con buen motor, la travesía tarda de dos a tres días, pero ellos se perdieron, se les rompió el GPS y se quedaron a la deriva. Estuvieron quince días en el mar. Se acabó la comida, se acabó el agua«, ha contado el médico del Servicio Canario de Salud Abián Montesdeoca.
Algunos empezaron a beber agua de mar, otros iban muriendo por la deshidratación y las duras condiciones. Sus compañeros iban tirando los cadáveres. El día en que fueron rescatados, los supervivientes no se lo podían creer.