Un nuevo estudio ha confirmado que los restaurantes, los bares y cafeterías, los gimnasios y otros lugares cerrados representaron cerca de ocho de cada 10 nuevos casos de coronavirus en los primeros meses de la pandemia en Estados Unidos.
El estudio, publicado en Nature y adelantado por The New York Times, tiene especial relevancia porque, aún basado en Estados Unidos, ayudará al resto de Gobiernos globales a establecer mejores medidas personalizadas que frenen el virus.
Entre las cosas que por fin pudo confirmar este estudio se encuentra el por qué las zonas de bajos ingresos son las más afectadas: los lugares públicos allí estaban más concurridos que en las más ricas, y los residentes tenían más movilidad de promedio debido a las demandas laborales de los trabajos más precarios.
«Los restaurantes eran, con mucho, los lugares con más riesgo, unas cuatro veces más que los gimnasios y cafeterías, seguidos de los hoteles«, en cuanto a nuevas infecciones se refiere, aseguró Jure Leskovec, científico de la Universidad de Stanford y autor principal del estudio.
Por estos datos, los autores recomiendan el cierre parcial de los bares y restaurantes. En Chicago, por ejemplo, las nuevas infecciones producidas en el 10% de los lugares cerrados representaron el 85% de las infecciones previstas. Reabrir los restaurantes al completo habría dado lugar a 600.000 nuevas infecciones adicionales a finales de mayo.