Marley, un perro mestizo de bóxer y labrador, fue asesinado a tiros por un agente de la Policía Local de Castelló, Valencia, en la pasada tarde del 30 de mayo, a a penas unos metros de la casa de la dueña, Noelia Ferrer. Unos días después, el hijo de Ferrer fue detenido por el mismo agente que mató al can.
La dueña cuenta como Marley y otros de sus perros salieron de la vivienda tras quedarse una puerta de acceso entreabierta y que el agente «podía haber disparado un tiro al aire para que se asustara y los perros habrían entrado para dentro de la casa a refugiarse, pero le disparó tres veces», cuenta a InfoMascota. La mujer asegura que el policía no mostró arrepentimiento y denunció el caso «por lo penal».
Un portavoz de la Policía Local de Castelló, preguntado por eldiario, cuenta que la patrulla localizó a dos perros «sueltos» y de raza «potencialmente peligrosa». Tras los agentes preguntar a los vecinos por la procedencia de los canes, los perros empezaron «a gruñir y a ponerse agresivos». El portavoz cuenta que Marley intentó «morder a los agentes» y lo abate a tiros mientras el otro huye.
Dos vecinos apoyan la versión de la policía, confirmando que los animales intentaron atacarle y que no era la primera vez que ocurría. La dueña, en cambio, afirma que su perro «jamás ha tenido ningún problema de comportamiento».
El pasado 6 de junio el agente junto a otro compañero acudieron a un local por un supuesto exceso de aforo, dándose la casualidad de que se encontraron con el hijo de la dueña de Marley, quien increpó al autor de la muerte del perro. El agente denuncia que el joven le lanzó «insultos y amenazas, incluso de muerte» y opuso «resistencia» al ser detenido.
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El abogado del detenido ha anunciado acciones legales contra el agente por abuso de autoridad, asegurando que «es una actuación desproporcionada». Por su lado, la dueña de Marley cree que la detención de su hijo «es un acoso y derribo por la demanda» interpuesta al agente.
