El suceso ocurrió en la madrugada del pasado viernes el sábado, en la sala Maruja de Coslada, Madrid. Un policía de paisano ebrio provocó el pánico al sacar la pistola reglamentaria en medio de una discusión y apuntar a los individuos con los que mantenía la pelea verbal.
La gente, al ver el arma, entró en pánico y trataron de abandonar la sala en masa al mismo tiempo. Según fuentes policiales, el local tenía el aforo completo, al rededor de 200 personas. Algunos de los testigos de aquella escena declararon posteriormente ante la Policía Nacional que durante el tiempo que duró todo creyeron que se trataba de un ataque terrorista.
Algunos mencionaron el ataque terrorista que sufrió París, en la sala Bataclán en noviembre de 2015, donde un grupo de hombres armados irrumpió y comenzaron a balacear a las personas, matando a casi 80.
Una patrulla de la Policía Nacional se presentó en pocos minutos en la puerta del local de Coslada y detuvieron al protagonista, de 30 años, que se resistió violentamente. Las fuentes consultadas aseguran que el agresivo comportamiento del detenido no solo durante la detención del mismo, sino también dentro del vehículo policial.
El peligroso policía golpeó con mucha fuerza la mampara que separa el asiento de atrás de los de delante del coche patrulla hasta partirla. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha retirado al agente su arma y le ha suspendido de sus funciones.