2019 está siendo problemático para los agentes de la autoridad y los bares. Después de que un agente ebrio apuntara a los clientes de un bar con su pistola reglamentaria, o que dos guardias civiles (ebrios también) obligaran a otros clientes a meterse balas en la boca mientras ponían el Cara al sol, es el turno de un policía nacional que, desde la barra, llamó «rojo» al ministro de Fomento José Luis Ábalos.
El ministro estaba alojado en un hotel céntrico de la ciudad de Mérida el pasado viernes por la noche a la espera de participar al día siguiente en un acto del PSOE extremeño, cuando a la noche visitó un bar de copas cercano.
Al llegar, Ábalos y sus acompañantes se percataron de que al otro extremo de la barra había un hombre que estaba increpando e insultando al ministro, tildándole, entre otras cosas, de «rojo», aunque decidieron no darle importancia e ignorarlo.
Algo más avanzada la noche los insultos empezaron a subir de tono y los escoltas de Ábalos pidieron al individuo que se calmase y de identificase. Para sorpresa de los agentes, la persona les enseñó su placa policial.
Los guardias del ministro llamaron a una patrulla de la Policía Nacional y se encargaron de identificar a varios testigos que declararon hoy mismo en la Comisaría. Según la Delegación del Gobierno, aún no hay ninguna denuncia presentada, pero sí que se abriría un expediente administrativo al policía implicado.