El mundo entero está pasando por una grave crisis sanitaria debido al Covid-19, pero Italia se está llevando la peor parte en cuanto a la cifra de fallecidos, alcanzando el sombrío récord de 792 muertes por coronavirus en las pasadas 24 horas.
Las personas que fallecen por esta enfermedad lo hacen en aislamiento, sin poder despedirse de sus seres queridos.
«¿Sabes qué es lo más dramático? Ver a los pacientes morir solos, escucharlos mientras te ruegan que les digas adiós a sus hijos y nietos», afirma la doctora Francesca Cortellaro, del hospital San Carlo Borromeo en Milán.
Una mujer mayor le pidió despedirse de su nieta, por lo que la sanitaria le prestó su teléfono para hacer una videollamada con ella. «Se despidieron. Poco después, ella se fue», cuenta Cortellaro al diario ‘Il Giornale’.
Esta situación ha llevado al surgimiento de la iniciativa ‘El derecho a decir adiós‘, creada por militantes del partido demócrata de la zona 6 de Milán, quienes compraron 20 tablets para repartirlas en el hospital San Carlo Borromeo y que sus pacientes puedan despedirse.
«La idea de no poder decir adiós me duele más que la muerte misma y hay otras residencias para ancianos, hospitales y hospicios donde ya no existe la posibilidad de despedirse», asegura Lorenzo Musotto, concejal del partido demócrata.
Por ello, el político pide la donación de tabletas: «Estoy profundamente convencido de la importancia de las máscaras, guantes, maquinaria, pero el derecho a decir adiós, para los que se van y para los que se quedan, no debe ser menor».
