Una tuitera se ha animado a compartir una horrible experiencia personal que vivió hace pocos días con sus hijos, de seis y nueve años, en un bar.
La historia -compartida por más de 5.000 personas- comienza con una cena con su familia en un bar. «Estamos sentados tranquilamente y de repente mi hija pequeña (6 años) me agarra fuerte del brazo. Abre la boca, boquea, pero apenas emite sonido alguno. ¡Se ha atragantado!«.
Al disponerse a golpearle la espalda a la pequeña, su otro hijo de 9 años se levanta automáticamente y le asesta dos golpes secos en los omóplatos que sacaron el hielo con el que se había atragantado de golpe. «Como ella nos explicó luego, al apurar el último trago de su refresco se había tragado un trozo pequeño de hielo medio derretido«.
Nunca he escrito un hilo, pero creo que la situación vivida lo merece y tal vez ayude..
Sábado noche. De pinchos con mis hijos y mis cuñados.
Estamos sentados tranquilamente en un bar y de repente, mi hija pequeña (6 años) me agarra fuerte del brazo.
Se ha levantado de la silla— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
Me mira con ojos muy abiertos y llorosos.
Cara roja.
Abre la boca, boquea, pero apenas emite sonido alguno.Pienso “a fogonazos”;
¡¿Se ha atragantado?!
¡¿Con qué si no estaba comiendo?! No tose. ¡Obstrucción completa!Me levanto de la silla como un resorte.
— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
La giro para que me dé la espalda.
La inclino hacia delante, sobre mi antebrazo, y justo cuando voy a darle una palmada en la espalda, mi hijo mediano (9 años) se me adelanta y le da una palmada fuerte entre los omóplatos.
Y otra.
Y sale “algo” disparado de la boca de la peque.— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
Era un trozo de hielo.
Como ella nos explicó luego, al apurar el último trago de su refresco se había tragado un trozo pequeño de hielo medio derretido.
Abrazo a la peque que ya llora, aliviada y aún asustada.
Varias personas se nos acercan a comprobar que está todo bien.— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
La madre explica además cómo su hijo había aprendido formación de RCP y primeros auxilios en el cole «de distintas maneras»; en talleres y en educación física. Además, critica que toda la ciudadanía deberíamos tener «una mínima formación para atender esas situaciones».º
Le doy un achuchón a mi hijo y le felicito. Su rápida reacción nos ha dejado alucinados.
Como repiten en @RCPdesdemicole; con unas pocas pautas claras, los niños pueden saber cómo actuar ante una situación así.
Y a veces, lo hacen incluso con más decisión que los adultos.— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
Mis hijos han recibido formación de RCP y 1os auxilios en el cole de distintas maneras; los peques con talleres impartidos por colectivos, y la mayor (11a), dentro de la asignatura de educación física. También me han acompañado en algún taller, el último casualmente hace 10 días!
— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
La formación en el ámbito escolar está mejorando enormemente gracias al trabajo de no pocos colectivos y asociaciones, pero todavía a costa de mucho voluntarismo y con un desarrollo muy desigual entre CCAA.
En Navarra somos bastante afortunados, aunque tb nos queda por mejorar.— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019
Y ya termino: cualquiera podemos presenciar un atragantamiento, parada… Toda la ciudadanía deberíamos tener una mínima formación para atender esas situaciones y para ello es crucial impartir esa formación en el ámbito escolar, de forma reglada, y con un presupuesto adecuado.
— Ana Campillo (@Ana__Campillo) August 26, 2019