Merelize Van Der Merwe, de 32 años de edad, disparó y mató a una jirafa de 17 años el pasado 13 de febrero en el norte de Limpopo, África.
La caza del animal fue regalo de su marido por San Valentín tras, según ella misma cuenta, llevar años buscando cazar «una jirafa toro, pero ninguna era la que estaba buscando». «Me comuniqué con casi todos los que conocía que tenían jirafas lo suficientemente mayores como para cumplir con los requisitos», explica Der Merwe.
«Hace dos semanas un querido amigo me contactó respecto a mi solicitud de una gran jirafa toro vieja y no podía creer lo que veía. Tan viejo que estaba muy por encima de su tiempo y el dueño no sabía si duraría otros 3 meses», relata la mujer.
Así que su marido, Gerhardt Nell le regaló por San Valentín a la jirafa para que ella pudiera asesinarla. Lo que nadie se esperaba es que, con motivo del día festivo, destripara a la jirafa y le arrancara el corazón para luego posar con él en una foto.
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