Mandy y Dan Sheldon, una pareja de Reino Unido, han ganado una batalla legal que les ha permitido poner de nombre a su hijo Lucifer.
La semana pasada reabrió la sede local del gobierno en Chesterfield (Derbyshire), tras el cierre decretado por el confinamiento ante la pandemia de Covid-19. Dan, de 27 años, y Mandy, de 32, acudieron al lugar para inscribir a su bebé de cuatro meses. No obstante, la persona que les atendió se negó a registrar semejante nombre.
La funcionaria argumentó que Lucifer es uno de los nombres del diablo, y que con él el niño «jamás conseguiría un trabajo«.
«Teníamos la emoción a flor de piel de que íbamos a poder inscribirlo y la mujer nos miró con cara de asco», afirmó el padre al medio británico The Sun. El hombre trató de explicar a la mujer que no eran personas religiosas y que les gustaba el nombre porque en griego significa «el que trae la luz» o «la mañana».
Pero la trabajadora se negó en rotundo: «Nos dijo que nunca conseguiría trabajo y que los maestros no querrían enseñarle, que era ilegal nombrar a un niño así y que tal vez podríamos elegir otro nombre y referirnos a él como Lucifer en casa», contó Dan.
Pero la pareja no cejó en su empeño e instaron a la funcionaria a consultar las reglas vigente. Finalmente, el pequeño fue inscrito como Lucifer Sheldon.