Durante la madrugada en la que se produjo el asesinato homófobo de Samuel, el agresor que comenzó la paliza, Diego M, confesó a Kaio S, otro de los acusados, su desprecio a los homosexuales: «tengo un problema con los gays».
Ocurrió cuando se encontró con Kaio en el parque Europa de La Coruña tras lo sucedido. Según aparece en el sumario del caso, Diego se habría referido así sobre la chica que acompañaba a Samuel. Fue Kaio el que confesó la declaración de Diego a la policía tres días después del asesinato.
Según palabras de Kaio, vio a Diego alterado, discutiendo con una de las amigas que le acompañaban. Al preguntarle qué le sucedía, respondió: «Es que tengo un problema con los gays». Aún sin referirse directamente a Samuel, la actitud y las otras conversaciones escuchadas desvelaban una gran homofobia en Diego.
Una de las frases escuchadas fue «¡Puto maricón, si era un maricón de mierda!», refiriéndose en este caso sí, directamente a Samuel una vez propinada la mortal paliza.