Joan Ribó, alcalde de Valencia, se ha mostrado preocupado este jueves porque los restos de presencia del COVID-19 en las aguas residuales se han extendido «prácticamente a toda la ciudad» durante esta semana, en acompañamiento con el aumento de los contagios.
«Es un motivo de preocupación, efectivamente», reconoció ante los periodistas. Hace 15 días estos residuos se concentraban en cuatro barrios de Valencia: Benimaclet-Mestalla, Jesús-Patraix, la Saïdia y la zona colindante de Campanar y Benicalap. Ahora, el virus está presente en «prácticamente toda València».
La concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, aseguró que aunque siguen detectando restos del virus «en prácticamente toda la ciudad», la cantidad hallada «ha descendido considerablemente»: hasta un 95%. La edil ha indicado que este descenso es «especialmente significativo» en aquellos barrios donde la actuación fue prioritaria al detectar mayores niveles de mediciones anteriormente.
Los resultados muestran «la eficacia de las medidas preventivas y de concienciación puestas en marcha», y ahora la prioridad se fija en los barrios del norte como Rascanya, Benicalap o el entorno de Mestalla tras haberse detectado mayor concentración aquí.