En una entrevista de El País con motivo del estreno de su tercer disco, Madam Ayahuasca, dos miembros de Taburete han hablado de libertad de expresión. Uno de ellos era vocalista, Willy Bárcenas, conocido por ser el hijo de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular encarcelado por verse implicado en una trama de corrupción. El otro, Antón Carreño, cofundador del grupo y nieto de Gerardo Díaz Ferran, expresidente de la CEOE que también está en prisón. Bárcenas se quejaba de que la fama su ascendencia había limitado el éxito del grupo: «Si no llegamos a tener eso, Taburete estaría a niveles acojonantes. Pero la gente no nos escucha por prejuicios.”
Han abierto el tema de la libertad de expresión al hablar del hecho de que en sus conciertos aparecieran en abundancia vítores de orgullo español y banderas rojigualdas -especialmente el del 27 de septiembre, en Barcelona, que levantó polémica- “Yo creo que mucha gente en Cataluña se siente española y hay veces que ni lo pueden decir. Tienen el mismo derecho de sacar esa bandera como la independentista», decía Carreño. Bárcenas lo secundaba: “La libertad de expresión se basa en eso, ¿no?”
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Ambos miembros del grupo se han mostrado a favor de la libertad de expresión en la música, pero, decía el cantante, “eso no puede dar vía libre para decir en un concierto ‘vamos a matar guardias civiles.” Bárcenas hacía clara referencia al rapero Valtònyc, que fue condenado a tres años y medio de cárcel por injurias a la Corona, calumnias y enaltecimiento del terrorismo debido a las letras de algunas de sus canciones. El rapero, que se vió forzado a exiliarse a Bélgica para no sufrir la pena que se le imponía, ha sido calificado de «cagón» por el vocalista de Taburete. Encima, dice, «es más pijo que nosotros».
