Sonrisa nerviosa, mira para un lado y… «Pues no… No lo sé, pregúntele a ellos. Gracias», y se va. Así actuaba Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ante la fulminante pregunta de un periodista en Bruselas de por qué en Francia y Alemania se unen los partidos -incluso los liberales- para aislar a la extrema derecha y él no lo hace.
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Una escena, recogida por La Sexta, especialmente dolorosa de ver por el brutal nerviosismo del dirigente naranja. Un dirigente que acaba de pactar con la ultraderecha, pero que en 2008 reconocía públicamente que su partido era «liberal-progresista-socialdemócrata de centro-izquierda».
Recuerden que Alberto Carlos es de lo que haga falta…
«…liberal-progresista-socialdemócrata de centro-izquierda….». pic.twitter.com/dJeWocM7x4
— Juan Miguel Garrido (@Juanmi_News) 20 de junio de 2019
